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viernes, 8 de diciembre de 2017

MIS MANÍAS COMO LECTORA


Todo buen lector sabe que a la hora de leer todos tenemos nuestras manías o costumbres. Aquí os dejo las mías, que son unas cuantas. Decidme si coincidimos en algunas y contadme otras que tengáis.
  • Mi rincón de lectura: No soy de las personas que pueden leer en cualquier sitio y a cualquier hora. Necesito silencio, tranquilidad y sentirme cómoda, si no me es imposible concentrarme en la lectura. Por lo que suelo leer exclusivamente en casa. El lugar en concreto varía según el día y la hora. Pero siempre leo en el sofá, en el sillón o en la cama.
  • Horario de lectura: El horario varía según las ocupaciones que tenga cada día. Tiendo a leer por la tarde y por la noche, aunque algunos fines de semana también puede que lea un rato por la mañana. Y, sin duda, leo mucho más los fines de semana que durante la semana.
  • Libro/ Ebook: Desde el 2011 que tengo ebook leo prácticamente todo en digital. No es que los libros en papel no me gusten, pero por falta de espacio prefiero la literatura digital que acumular libros y libros. Aunque de vez en cuando me compro alguno en papel que me llame la atención o que me haya gustado mucho.
  • Libros intactos: Soy una maniática en cuanto al aspecto físico de los libros desde que los compro. No pueden tener ni la más mínima imperfección. Nunca doblo las páginas, ni escribo o los subrayo. Como mucho utilizo un pequeño marcador adhesivo que no dañe el papel en alguna cita interesante. Y en los libros digitales tampoco hago nada que altere su estado original.
  • Lectura estructurada: Antes de empezar un libro programo el tiempo que me va a llevar y me fijo un día para terminarlo (teniendo en cuenta su extensión), que en la mayoría de ocasiones no cumplo. Ya sea porque me ha encantado y lo termino antes o porque la lectura se alarga por falta de tiempo o porque no me termina de enganchar. No me gusta dejar capítulos a medias y por eso suelo ponerme a leer en momentos que sé que nada ni nadie me va a interrumpir.
  • Estar a la última: Suelo visitar páginas web de literatura muy a menudo. Me gusta estar informada de todas las novedades.
  • Leer reseñas: A diario consulto blogs acerca de libros que me interesen o que esté leyendo. Y antes de iniciar una nueva lectura echo un vistazo a las críticas que ha tenido el libro en cuestión.
  • Marcapáginas: Cuando leo en papel me gusta elegir un marcapáginas (que, por cierto, colecciono) adecuado con el libro en cuestión.
  • Adaptaciones cinematográficas: Cuando sé que se va a estrenar una película basada en un libro que me interesa siempre lo leo antes de ver el film. 
  • Listas de lectura: Desde hace unos años llevo una lista anual de los libros que voy leyendo en la que señalo la fecha en la que los he leído y todos los pendientes que tengo para ese mismo año. Por otro lado, también hago listas con mis favoritos, los recomendables para ciertas edades, listas de personajes favoritos, etc.
  • Estanterías: Mis libros favoritos tienen un lugar especial en las estanterías en la que guardo todos mis ejemplares en papel. Están colocados en orden de preferencia, al contrario que el resto que están clasificados por clásicos (ordenados por año) frente a los actuales (ordenados alfabéticamente).
  • Olor a libro: Es uno de mis aromas favoritos. Cuando entras en una librería o hueles un libro nuevo es un momento de auténtica felicidad para mí. Y es curioso porque cada editorial tiene un olor característico. De momento mi favorita es Planeta. Además el olor a libro nuevo dura muchísimo más en sus ejemplares que en los de otras editoriales.
  • Varios libros a la vez: Intento no hacerlo. Pero cuando estaba en la universidad había tantos libros que tenía que leer simultáneamente para diversas asignaturas junto con otras lecturas de mi elección propia, que me acostumbré. Pero es cierto que cuando te centras  en una sola historia te acaba gustando más. Por lo que ahora intento evitarlo.
  • Invierno: Mi estación favorita para leer es el invierno. Leo mucho más cuando hace frío y sobre todo cuando llueve (me encantan la lluvia y parece el momento más acorde para pasarte la tarde leyendo tapada con una manta y dejando que la luz desaparezca a medida que avanzan las páginas escuchando cómo las gotas caen sobre el cristal).
  • Bloqueo lector: Suelo tenerlo casi siempre después de un libro que me ha encantado (lo que no ocurre a menudo). Entonces ya sé que se avecina una época de auténtica angustia en búsqueda de otro que me ayude a superar el parón.
  • Leer la sinopsis: Sé que hay mucha gente que la evita, pero en mi caso, aunque esta luego no te sirva para nada o te desvele la trama principal, tengo que leerla porque necesito saber de qué trata el libro.
  • Lectura extendida: Leer menos para que el libro que estás adorando dure lo máximo posible. Últimamente no lo hago, pero hubo una época en la que alargaba la lectura lo máximo posible para que no se terminase.
  • Libros inacabados: Antes me era imposible no terminar un libro aunque me costase media vida. Pero con el tiempo y la experiencia decidí marcarme un límite. Si a las cuarenta o cincuenta páginas el libro no me engancha paso a otro. Hay demasiada literatura como para estar meses con el mismo libro aburrido.
  • No releo: No me gusta releer libros. Sí que lo he hecho, pero no con mis favoritos, sino con aquellos que por alguna razón (la mayoría académica) he tenido que retomar. Releer no me gusta, al igual que no me gusta ver demasiadas veces mis películas preferidas, porque de alguna manera considero que pierden la esencia, lo que hizo que te resultasen tan especiales.


Y recordad que Yo blogueo en London y tú en..


PATRICIA LONDON

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